

“Yo Siempre Creí en mi Hijo”.
Uno de nuestros sellos como escuela es tener una visión de apertura a las distintas realidades que hoy existen. Los conceptos inclusivos y participativos, no están puestos solo en el papel, sino que hacemos de esto una realidad. La semana pasada cumplimos 43 años, tiempo que nos ha entregado experiencia y capacidad para enfrentar una mejor organización educativa.
No es casual que alumnos, profesores, asistentes y apoderados tengan un sentimiento de agradecimiento con la escuela. Hay distintas razones por las cuales el colegio ha hecho patente diversas historias.
Marcela Fuentes, mamá del alumno Etian Meza del 7° año A, es una apoderada que lleva en la escuela más de 8 años junto a su hijo. Etian nació con una discapacidad que lo imposibilitaba a escuchar por ambos oídos. Cerca del año le diagnosticaron una hipoacusia bilateral, entregándole un resultado muy poco alentador: nunca podría oír, ni hablar. La derivaron al Colegio Santiago Apostol, para aprender lenguaje de señas, pero decidió no asistir, solo permaneció allí 20 días junto a su hijo, no quiso tomar el curso de lenguaje de señas, ya que su propósito era claro: “Etian hablaría y escucharía como un niño normal y aprender el lenguaje sordo - mudo facilitaría su condición”. Desde ese momento comenzó un camino para revertir el futuro de su hijo, recorrió distintos lugares para buscar ayuda, cerca de los 2 años logró conseguir el primer audífono que ayudaría a su hijo a cambiar su destino.
Con constancia, estimulación y apoyo familiar Marcela logró que hoy Etian este escuchando y hablando prácticamente con total normalidad. Sin embargo, señala que hay un factor fundamental, el apoyo que el colegio le ha brindado. “Desde el primer día que llegué me dieron un recibimiento excelente”.
Si bien Etian llegó a kínder comunicándose con algunas frases, el trabajo del equipo de Integración, junto a sus profesoras jefes y compañeros de curso han sido fundamentales. Marcela comenta que: “siempre estamos todos conectados, la profesora Nancy, la tía Rosita, la Señora Jenny de la puerta, todos saben si hay algún inconveniente con mi hijo”. Es una mamá muy presente, está siempre atenta a todo lo que le solicitan, pero por sobre todo con las materias y pruebas: “Le fomento mucho que lea, que no se quede con la duda, si hay algo que no entiende, que consulte, lo busqué y lo resuelva”.
Actualmente Etian es un niño más seguro, independiente e integrado, su paso por el colegio le ha entregado el avance significativo de poder escuchar y comunicarse sin mayores dificultades. “El apoyo profesional que me ha brindado el colegio ha sido un gran pilar, todas mis dudas, miedos e incertidumbres han sido respondidos por el colegio”.
Creer siempre en las capacidades de su hijo y saber que no se equivocó en su decisión, hacen que hoy se proyecte con un hijo capaz. Su meta es que Etian ingrese a la Universidad, sabe que será un recorrido nuevo, con un entorno desconocido, pero que sabrá sacar adelante. Falta un poco más de 5 años para que eso suceda, pero para esa fecha Etian estará absolutamente preparado para enfrentar un nuevo desafío.
Escuela León Humberto Valenzuela Garcia
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